
En la isla
Enamorados, paseábamos tomados de las manos.Nuestros pies desnudos se cubrían con la arena aún fría del amanecer, de una hermosa y placentera isla, con un cálido y sereno viento que movía las hojas de las palmeras, mientras febo asomaba tímidamente, reflejándose en el mar...
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