
Ariel Uriarte
El poder del pensamiento
ensambló la treisteza del ayer
con los sonidos novedosos que los envuelven
/ que nos seducen
como inquietos gorriones en la mañana de sol.
Por eso vi en tu propia sombra
esa carga inocente que te ceñía
y ahora te envío los crisoles y los líquidos
/y los saberes y las magias
para que forjes las alegrías disipadas
/como una nube lenta
/como un pétalo anónimo y sediento
y transmitas los poderes secretos
de la bienaventuranza.
(Texto publicado en "SUELTOS" Diciembre de 2008)
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